Los diáconos permanentes de la Diócesis de Chillán celebraron el Día del Diácono, fecha que se recuerda este próximo 10 de agosto en San Lorenzo. La celebración se llevó a cabo en la Catedral de Chillán y fue presidida por el obispo de San Bartolomé, padre Sergio Pérez de Arce. Los diáconos de la Diócesis estuvieron acompañados por sus esposas y seres queridos.
En su homilía, el obispo precisó que “los diáconos son hermanos de nuestras comunidades, de nuestras parroquias, de Ñuble, y fueron llamados por el Señor primero a la vida cristiana y en algún momento fueron llamados a este ministerio diaconal, algunos hace varios años. Quizá como Abraham fueron llamado a dejar, a partir, a confiar en la promesa del Señor, ellos con sus familias, con sus señoras. Pero ese camino o ese llamado sigue vigente para ustedes y para todos nosotros. La misión nunca se acaba, podemos adaptarnos a nuestras condiciones, a nuestros años, pero la misión cristiana y la misión del diácono, nunca se acaban y como Abraham y Sara están llamados a entregar un testimonio de fe en medio del mundo para sus hermanos y a través del servicio de la predicación de la palabra y de la caridad cristiana, a animar y alimentar el pueblo de Dios con la presencia y la palabra”.
Diáconos
Juan Ramón Ovando es diácono y encargado parroquial de Sagrada Familia, precisó que “hace 28 años atrás nuestro obispo Alberto Jara ordenó a un grupo, entre ellos yo. La verdad es que el llamado de ese momento venía en mi caso a resolver un tema porque alguna vez pensé en el sacerdocio, pero opté finalmente por la vida familiar. Este llamado vino a resolver un tema espiritual y personal completo, me siento realmente feliz y en la familia he podido desarrollar esta vocación”.
Edgardo Candia, diácono de San Vicente, recordó que “el año 2001, un 2 de julio, el obispo Alberto Jara nos ordenó a ocho hermanos. En lo personal nunca pensé ser diácono, esto lo he tomado siempre como un regalo de Dios, porque pude haber sido piloto de un F15, pero recibí este regalo”, indicó.
José Feliciano Muñoz, quien en estos momentos se encuentra en Cobquecura, precisó que “me ordené el año 2001, decidí dar este paso porque con mi esposa fuimos bastante tiempo catequistas, así fui sintiendo este llamado para este ministerio”.
En la oportunidad se oró también por los diáconos que están delicados de salud y por quienes ya partieron a la casa del Padre. En la actualidad, la Diócesis de Chillán cuenta con 32 diáconos permanentes, algunos ya con problemas de salud. En noviembre próximo, el diaconado de San Bartolomé cumplirá 52 años.
Revive la Misa en la transmisión de Radio El Sembrador: